Lepoutre, que pronunció una conferencia en el Congreso de la Fabricación y Distribución de AECOC (Asociación Española de Codificación Comercial), aseguró que una Ley de Comercio "enconsertará la libertad del consumidor" y opinó que la distinción entre grandes y pequeños comerciantes debe ser sustituida por la de "eficaces" y "no eficaces".

A su juicio, limiar los horarios comerciales no supondrá una mejora de los pequeños establecimientos, como demuestra el hecho de que en Barcelona, con restricciones horarias, han desaparecido más comercios que en Madrid, donde existe libertad.

El máximo responsable de Alcampo estimó que la solución para el pequeño comercio se basa en el fomento del asociacionismo (franquicias) y espacios donde puedan complementarse las distintas formas de comercio (centros comerciales). En este sentido, recordó la iniciativa de Alcamp de abrir un centro de formación gratuita de pymes de comercio.

En cuanto a los aplazamientos de pago de la distribución a la industria alimentaria, Lepoutre fue claro: "Señores fabricantes, aunque llegáramos a pactos consensuados y aceptásemos rebajar los plazos de pago, vemos difícil que encuentren lugares donde vender sus productos".

Insistió en que los plazos de pago de Alcampo son actualmente de 72 días, muy inferiores a los atribuidos por las industrias a las grandes cadenas de distribución y advirtió que, si se recortan, "el proveedor deberá reducir su precio".

Lepoutre dijo que actualmente cuesta lo mismo comprar en otros países, con plazos de pagos más cortos, incluido el transporte. "Si se regularan por ley los plazos de pago en España, podría ser más barato comprar fuera de nuestras fronteras, y eso no sólo supondría una drástica reducción del comercio interno, sino una caída en picado de la exportación", añadió.

Para solucionar el problema, abogó por un diálogo estrecho entrefabricantes y distribuidores y por el cumplimiento "estricto" de los plazos contractuales libremente acordados.