Muchos municipios de todo el territorio español ya han recibido una avalancha de solicitudes de parejas que desean casarse en su consistorio. Según la nueva ley, los alcaldes se convierten en maestros de ceremonias de los casamientos, aunque, en casos de afluencia masiva, pueden delegar en sus concejales.

De hecho, el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Mazano, ya ha delegado en sus 17 concejales la potestad para celebrar bodas, ya que si tuviera que dedicar su tiempo a todos los casamientos que se solicitan en la capital, apenas podría dedicarse a otros asuntos. Sin embargo, no ha renunciado a oficiar bodas en casos excepcionales.

El que sí está dispuesto a presidir todas las bodas que le soliciten es el alcalde de Marbella, Jesús Gil, quien dice haber encontrado en su nueva potestad un negocio como otro cualquiera. El Ayuntamiento de Marbella ya ha rcibido 1.500 solicitudes de parejas que desean casarse en esta población de la Costa del Sol.

A partir de ahora, con la posibilidad de casarse en cualquier municipio de España, una nueva serie de ofertas influirán en la decisión de las parejas de novios, que podrán escoger lugares típicamente turísticos o edificios municipales con un encanto especial.

Por ello, las avalanchas de solicitudes registradas hasta ahora se producen en grandes ciudades, como Madrid, o en zonas turísticas de la costa, coo Benidorm o Palma de Mallorca, mientras que en otros lugares la demanda es bastante menor.

La norma que autoriza a los alcaldes a celebrar bodas civiles debió entrar en vigor el pasado mes de diciembre, pero el Senado aplazó hasta el mes de marzo su puesta en funcionamiento para dar un margen mayor a los alcaldes, funcionarios de ayuntamientos y registros civiles, así como a todos los ciudadanos, para que conocieran los nuevos mecanismos y competencias de los ediles.

Pasado este plazo, se esperaque las partes estén preparadas y los edificios municipales no sufran colapsos de parejas casaderas a partir del próximo miércoles.