Pascual Maragall, acompañado por el edil de Sabadell, Antonio Farrestes, y por el alcalde de Vich, Pedro Girbau, expresó la solidaridad de los catalanes con lasociedad vasca y con el movimiento por la paz.

"Nosotros mismos, que hemos sido víctimas del zarpazo del terrorismo, queremos dejar bien claro que los catalanes estamos a favor de los vascos", agregó el alcalde de Barcelona.

Por su parte, los compañeros de trabjo del ingeniero secuestrado por ETA dirigieron una carta a toda la sociedad vasca en la que indican que "en Ikusi conviven todas las posiciones políticas, culturales y religiosas. Lo que nos une en Ikusi es la defensa de la libertad y del rabajo como base de nuestra convivencia"

Según los empleados, "la solidaridad sin fisuras de todos los trabajdore de Ikusi para exigir que nos devuelvan a Julio, no obedece tanto a que entre nosotros no existan diferencias, sino a la reacción espontánea en defensa de Julio, que, privado de libertad y sometido a la tortura de una incomunicación total, es utilizado como rehén para poner en peligro a nuestra empresa".

La misiva añade que "no imponemos a nadie una idea de Euskadi, de España o Europa,sino que reivindicamos una convivencia basada en la libertad y el trabajo que hoy ETA niega a Julio".

La carta fue leída después de guardar los diez minutos de silencio posteriores a la manifestación, que congregó a miles de personas y que realizó el recorrido habitual entre la casa del secuestrado y el centro de la ciudad.

Aparte de los tres alcaldes catalanes, asistieron a la manifestación el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza; el consejero de Justicia del País Vasco, José Ramón Recalde, y e secretario general de UGT en Euskadi, Josu Frade.