Piñeiro, que accedió a la dirección del PP el pasado mes de marzo en el primer congreso de la formación después de ocho años, afronta esta nueva legislatura con el ánimo de "seguir engrandeciendo la ciudad de Santander" pero con numerosos problemas económicos.

El primer objetivo del nuevo alcalde, qu ya estuvo como concejal en la anterior legislatura, será la redacción del presupuesto municipal para 1995, ley que no pudo ser aprobada al quedarse el PP en minoría tras la ruptura con la UPCA.

Asimismo, Gonzalo Piñeiro deberá afrontar la deuda de 34.000 millones de pesetas que en la actualidad tiene en ayuntamiento de la capital cántabra.

A la sesión de investidura, que tuvo que ser retrasada por el recurso planteado por Juan Hormaechea contra la Junta Electoral Central por haberle declarado inlegible horas antes de iniciarse las votaciones en las elecciones del pasado mayo, asistieron la mayoría de los concejales que en esta ocasión no repiten en sus cargos.

Destacó en el acto que en la mesa de edad formada al inicio de la sesión estuvo el hijo de Juan Hormaechea, Joaquín, como miembro de menor edad de la nueva corporación municipal de Santander.