La decisión de no suspender este acto es fruto del acuerdo tomado entre los diferentes partidos que integran el equipo de gobierno, según manifestó Elorza en una rueda de prensa.

La intención del alcalde era "hacer un paréntesis y no celebrarla este año y evitar así los incidentes que se producen tras La Salve", pero tanto el Partido Nacionalista Vasco (PNV) como el Partido Popular (PP) han insitido en la conveniencia de celebrar este acto institucional, "aunque sea aprovechado por parte de grupos cercanos a Herri Batasuna (HB) para provocar incidentes", dijo Elorza.

El primer edil donostiarra espera que todo transcurra en un ambiente de normalidad y anunció que él, pese a sus creencias, tomará parte en la comitiva de autoridades, porque así "respeto la voluntad mayoritaria de esta corporación".

Respecto a la colocación de la "ikurriña" ondeando en solitario en el balcón consistorial, Eorza aseguró que el día 15 "todas las banderas constitucionales estarán colocadas debidamente donde correspondan. Si tiene que haber una 'ikurriña' y así se evitan follones, la habrá".

El alcalde considera natural que haya "ikurriñas" en el Ayuntamiento, ya que "la 'ikurriña' no deja de ser una bandera española, lo mismo que la catalana es una bandera integrada perfectamente en el ordenamiento constitucional. Es una bandera que integra y que identifica".

Las fiestas de la Semana Grande donostiarr de 1992 tendrán lugar entre el 9 y el 16 de agosto, celebrándose la tradicional Salve y la comitiva de autoridades la víspera de la festividad de Nuestra Señora de la Asunción.

Cada año los incidentes tras la tradicional Salve están tomando más virulencia, alargándose los enfrentamientos con la Policía hasta altas horas de la madrugada.