Según informa hoy el diario "El Mundo", el diputado socialista Carlos Navarro, Luis y Fernando Oliveró y Ticó Vilarrasa, todos implicados en el "caso Filesa", inciaron negociaciones en diciembre de 1990 con los resposables la finca Campo Baldío de esa localidad con el fin de construir en ella una central termoeléctrica que se alimentaría con cardos gigantes.

A cambio de la cesión del terreno por 20 años, ofrecían la creación de 80 puestos de trabajo, la cesión del forraje derivado del cardo y un 10 por ciento del capital social de la empresa o una renta fija de 10 millones de pesetas al año.

Según indicó hoy el alcalde de la localidad, la corporación municipal apoyaría en la actualidad esta iniciativa en cas de que siguiese en pie.

No obstante, anunció que parte de los terrenos en los que los responsables de Filesa pensaban plantar los cardos, podrían ser utilizados para la instalación de una macro-presa que pretende ubicar la administración y contra la que un amplio sector de la población se ha posicionado frontalmente en contra, ya que temen que la agricultura y ganadería del entorno resulten perjudicadas.

Aunque por entonces no ocupaba el cargo de alcalde, Suárez Guevara recuerda que cuando los rsponsables de Filesa presentaron el proyecto de la central termoeléctrica, los habitantes del pueblo pensaron que "aquello sería la salvación, porque aquí estamos y seguimos estando fritos con esto del paro".

Explicó que "vinieron unos catalanes, un tío y un sobrino, no sabíamos quienes eran, pero por la prensa nos enteramos que eran los de Filesa, y ahora no sabemos lo que habrá pasado para que no hayan vuelto, porque la cosa se ha quedado en 'ná'".

Finalmente, calificó de "revuelo" y "escándalo el impacto que la información sobre el proyecto de los responsbles de Filesa ha provocado entre los vecinos del pueblo.