EL ALCALDE DE MOSCU AFIRMA QUE EL FASCISMO ES UN PELIGRO TOTALMENTE REAL" EN RUSIA

MADRID
SERVIMEDIA

El alcalde de Moscú, Gavril Popov, manifestó hoy en Madrid, al intervenir en unas jornadas sobre la situación en Europa del Este, que el fascismo es "un peligro y una perspectiva totalmente real" en la antigua Unión Soviética.

Popov, representante de los sectores más partidarios de la democracia y el libre mercado en Rusia, comparó la situación actual de su país con el sentimiento de frustración y humillación de los alemanes bajo l República de Weimar, que condujo finalmente a la toma del poder por los nazis.

Añadió que, al igual que la República de Weimar, Rusia cuenta con un gobierno democrático que ha perdido territorios, que no es capaz de resolver la crisis económica por la que atraviesa y que no quiere entregarse al comunismo, lo que podría conducir a una alternativa fascista.

Popov señaló que las cuatro grandes fuerzas existentes hoy en Rusia son los miembros del aparato administrativo, al que pertenecen más de 10 mllones de personas, los populistas, los "neocomunistas" y los demócratas progresistas, entre los que se incluyó.

A su juicio, el gobierno de Boris Yeltsin es una coalición de populistas y del aparato administrativo preocupada sobre todo por adoptar medidas que les protejan del mercado y por ralentizar el tránsito hacia él.

Popov expuso sus principales diferencias con el actual Gobierno ruso y destacó entre ellas que la reforma agraria no debe encargarse a los dirigentes de las granjas estatales yque los alcaldes y gobernadores deben ser elegidos directamente por el pueblo y no por el Ejecutivo central.

En su opinión, el problema de las fuerzas más partidarias de la liberalización, formadas por empresarios, cooperativistas, propietarios de fincas e intelectuales es que "aunque son los más constructivos, no tienen estructura política ni mecanismos de influencia".

CAOS ECONOMICO

En estas jornadas intervino también Gregor Yavlinski, autor del "Programa de los 500 días" y vicepresidente delComité de Dirección Operativa de Economía de la URSS, quien afirmó que el PIB de su país se redujo un 15 por ciento en 1991.

Según Yavlinski, el déficit presupuestario se elevó al 15 por ciento del PIB y la deuda extranjera a 83.000 millones de dólares, todo ello agravado por una reducción del 10 por ciento en las exportaciones de petróleo, que es la principal fuente de divisas.

Reconoció asimismo que la política monetaria está "fuera de control", como consecuencia de que hay una sola moneda, el ublo, pero muchos presupuestos locales y regionales intentando aplicar sus propias medidas, sin ninguna coordinación entre ellas.

Criticó la forma en que se ha procedido a la liberalización de precios, por entender que se ha limitado a una descentralización en el control de los mismos, y señaló que a las ciudades y las grandes zonas industriales sólo llegan un tercio de los alimentos necesarios.

A pesar de todo, Yavlinski animó a los empresarios occidentales a realizar negocios en Rusia y dijo qu pueden ganar mucho dinero en ellos si encuenta "las gentes y el sitio adecuado".

Por su parte, el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, dijo que España aportará el 7 por ciento de la ayuda canalizada por la CE en 1991 y 1992 a través del fondo de ayuda a los países del este.

(SERVIMEDIA)
04 Feb 1992
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