Los hechos se remontan al pasado 6 de junio, cuando la oficina de recaudación municipal de Jumilla sufrió un icendio, lo que llevó al ayuntamiento a solicitar una revisión de cuentas de los recibos y patrones municipales, comprobando que faltaban 32 millones de pesetas.

Posteriormente, el recaudador municipal en voluntaria realizó tres ingresos, dos de ellos por un importe de 900.000 pesetas y el otro de 400.000, con lo que la deuda descubierta asciende a un total de 28.277.260 pesetas.

A raiz de esos hechos, el alcalde de Jumilla redactó un decreto en el que otorgaba a Salvador Jiménez Mateo un plazo de24 horas para hacer efectivo el importe.

El propio recaudador reconoció la semana pasada "ser consciente de esa deuda", y se limitó a señalar que las cuentas de 1987 "andaban mal".

Según fuentes municipales, Jiménez Mateo pudo haber contraido la deuda a raiz de una remesa de recibos que le entregaron entre el 9 de junio de 1990 y el 6 de julio de 1991.

Los recibos, por importe de 123 millones de pesetas, correspondían a cuentas de agua, alcantarillado y circulación de vehículos.

El ayunamiento de Jumilla, población que en la actualidad cuenta con unos 20.000 habitantes, tiene un presupuesto anual de 1.183 millones de pesetas y expide anualmente unos 24.000 recibos por diferentes conceptos.