En la capilla ardiente, instalada en el Parque de Ambulancias de la plaza de Legazpi, estuvieron presentes los empleados de los servicios sanitariosmunicipales, así como trabajadores del Insalud y Cruz Roja.

Virgilio solera, de 55 años, y Daniel Rodríguez Leyva, de 22, conductor y camillero, respectivamente, de una ambulancia SAMUR murieron a primeras horas de la tarde de ayer, al ser atropellados por un vehículo cuando atendían un accidente de circulación ocurrido en la M-40, en el cruce entre Carabanchel y el barrio de La Fortuna.

Al término del funeral, el cadáver de Virgilio Solera, casado y sin hijos, fue trasladado a su pueblo natal, E Provencio (Cuenca), donde recibirá sepultura. Daniel Rodríguez, que estaba soltero, será enterrado en Madrid, en el cementerio sur.

El primero de ellos trabajaba en el Ayuntamiento de Madrid, concretamente en el Parque de Ambulancias, desde hacía 15 años, mientras que su compañero se incorporó al SAMUR hacía 9 meses.

Simón Viñals, concejal de Sanidad, área de la que dependende el funcionamiento del SAMUR, resaltó la entrega y esfuerzo de los dos funcionarios, y mostró su consternación y dolor po el trágico suceso.

El edil resaltó que ambos trabajadores "fueron más allá de lo que su obligación les permitía y no pensaron en su propia seguridad, en su afán por asistir a los demás".

Igualmente, puso de manifiesto el riesgo que implica este trabajo, a pesar de la formación especial que recibieron los componentes del SAMUR a través de unos cursos sobre medidas de protección.

"En un trabajo específicamente arriesgado como éste, siempre existe la posibilidad de que surja un imprevisto, taly como ocurrió ayer, ya que ellos estaban correctamente aparcados en una zona de arcén", concluyó Viñals.