Con estas manifestaciones, Alvarez del Manzano quiso dejar zanjada la polémica suscitada en los últimos días sobre el futuro de estos centros.

Los responables municipales tenían la intención de cerrar temporalmente las casas de socorro de San Cristóbal de los Angeles, Barajas, El Pardo, Carabanchel y Aravaca, con el fin de que los trabajadores pudieran disfrutar de los días de permiso que tienen pendientes.

Sin embargo, los empleados consideran que éste sería el primer paso para hacer desaparecer definitivamente estos centros, que previsiblemente serían gestionados en el futuro por la iniciativa privada.

Alvarez del Manzano señaló hoy que se ha sntido muy disgustado por toda esta polémica, al tiempo que destacó que los problemas de organización interna no deberieran haber trascendido al exterior.

El alcalde reiteró que los trabajadores de las casas de socorro se tomarán las vacaciones en su momento, "pero no a costa de un servicio que es importantísimo para los madrileños", indicó.

Asimismo, manifestó que no ha habido reprimenda para el concejal de Sanidad, Simón Viñals, por la situación creada en torno a estos centros.

"No ha habid reprimenda para Viñals ni para nadie. Cuando me enfado, me enfado, pero no reprendo a nadie. Mi enfado obedece a que las cosas no salen bien", concluyó.