Alborch señaló que "los violentos plantean un camino sin salida" e insistió en la necesiad de que todos los demócratas luchen unidos para poner fin a estos secuestros. "Al final ganaremos la batalla", dijo.

La ministra expresó también su solidaridad con la familia del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y con los funcionarios de los centros de toda España que a la misma hora celebraban también un paro similar para mostrar su repulsa ante la última acción de ETA.

Acompañando a Carmen Alborch se encontraba el gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jáuregui, quien respnsabilizó a la asociación de familiares de presos de ETA Senideak del secuestro del funcionario de prisiones, por difundir un comunicado en el que se animaba a "utilizar todos los medios al alcance de cualquiera en contra de la dispersión".

Jáuregui declaró que "no sería malo que Senideak, tan preocupada por sus presos, expresara también su solidaridad con la familia del funcionario secuestrado", teniendo en cuenta además que "los presos sabemos dónde están; lo que no sabemos es dónde está este funcioario".

Jáuregui enmarcó esta nueva acción de ETA en un intento de obligar al Gobierno a negociar y recalcó con rotundidad que el Ejecutivo "no negocia ni negociará y tampoco cederá al chantaje".

También negó la posibilidad de que este nuevo secuestro pueda influir en una próxima liberación de Aldaya, pues, a su juicio, "una cosa no tiene que ver con la otra". "Por ello", añadió, "se sigue trabajando con la misma firmeza, ya que es muy probable que los secuestros hayan sido realizados por diferents comandos".

A la concentración de este lunes se sumaron también diversos representantes institucionales del PNV de la margen izquierda del Nervión, el nuevo rector de la Universidad del País Vasco, Peio Salaburu, y 110 estudiantes de la Escuela de Arquitectura de San Sebastián, su director y varios profesores.

Entre los estudiantes se encontraba un hijo del consejero de Interior, Juan María Atutxa, quien explicó su asistencia al acto como "un gesto mínimo que podemos hacer en favor de la familiaAldaya y de los trabajadores de su empresa". Dirigiéndose a ETA, afirmó que "deje de intentar salvarnos, que somos bastante mayorcitos para trabajar en paz a favor de Euskadi".