Así lo aseguró en su comparecencia, a petición propia, en la Comisión de Asuntos Exteriores para explicar la nueva etapa de las relaciones con Marruecos, durante la que destacó que, en este año de crisis diplomática entre Rabat y Madrid, se mantuvo la interlocución “continua pero discreta” en materia de seguridad y antiterrorista, pero consideró que “este nivel de cooperación en temas tan delicados no podía mantenerse indefinidamente” e iba a resentirse “en una situación de tensión permanente bilateral”.

Por otro lado, dijo el jefe de la diplomacia, “nuestro futuro económico y el de Europa está cada vez más en nuestra vecindad inmediata, en el sur, y Marruecos es un socio muy importante para España”. A este respecto, aseguró que “Marruecos es el tercer destino de las exportaciones de España fuera de la Unión Europea” y España “es el primer proveedor y el primer cliente de Marruecos, duplicando al siguiente”.

Por otra parte, Albares puso en la balance a favor del cambio de política con Rabat el auge de las exportaciones, “que se han multiplicado por dos en los últimos diez años”, y el hecho de que “el número de empresas españolas que exportaron a Marruecos es de casi 22.000, de las cuales 6.700 lo hacen en bases regulares”. Además, subrayó, “en Marruecos están presentes en torno a 800 empresas españolas”.

En la misma línea, el titular de Exteriores destacó que España es el segundo país con mayor número de turistas que visitaban Marruecos antes de la pandemia y “estaba aumentando todavía más rápido el flujo en sentido inverso”, cifrando en más de 750.000 los marroquíes que visitaron España, un aumento del 11% sobre el año anterior.

España, señaló el ministro, es el tercer inversor en Marruecos y “ese flujo tan rico no podría sostenerse si mantuviéramos cerradas las conexiones terrestres, marítimas y aéreas entre nuestros dos países”.

Finalmente, el jefe de la Cancillería anunció que viajará oficialmente a Rabat el próximo 1 de abril y en el orden del día “que estamos actualmente perfilando con mi homólogo Nasser Bourita”, está la normalización completa de las conexiones con España, “incluidas las marítimas” y la operación 'Paso del Estrecho', “que empezaremos a diseñar desde ese mismo día”, al igual que “el refuerzo de manera controlada en la circulación de personas y bienes entre nuestros dos países”.