Así lo declaró en una entrevista con TVE recogida por Servimedia, durante la que subrayó que “desde el inicio de esta guerra ilegal” la Unión Europea dejó claro que “tomará todas las medidas necesarias para conseguir el colapso económico de la Rusia de Vladímir Putin”, e impedir “que financie su guerra con fondos europeos o con exportaciones a Europa” y lograr “que la paz llegue lo antes posible”.

Para Albares, “todavía queda margen para poder desconectar aún más la economía rusa de la europea y por lo tanto también de la economía global”, y “sin duda alguna la principal desconexión sería energética”.

El jefe de la Cancillería admitió que es un tema de debate “entre socios europeos, de cómo relacionarnos en materia energética con Rusia” y se plantea a corto plazo “para evitar que la guerra de Vladímir Putin afecte a la factura de la luz de tantas familias”, ya que en Europa “también puede afectar a esas empresas que son muy dependientes del gas” y a medio y largo plazo para “no podemos volver a encontrarnos en una situación como la actual” en la que el gas y el petróleo ruso “pueden afectar tan directamente a la economía europea”.

En la misma línea, destacó el ministro, “España hace ya muchos meses mucho, antes de que se empezara vislumbrar esta guerra” puso encima de la mesa “un plan para separar el incremento del precio del gas del incremento del precio y de la factura de la electricidad”. “El mayor número de plantas regasificadoras en nuestras costas es una de las posibles soluciones para aliviar esta dependencia”, señaló Albares.

Sobre qué margen tiene Europa para imponer más sanciones a Rusia y sus dirigentes, el titular de Exteriores subrayó la propuesta española de bloquear los puertos a barcos rusos, “igual que hemos hecho con los cielos europeos”, y añadió que “queda todavía margen para ir cerrando el espacio a los oligarcas rusos”. Y en todas estas actuaciones, sobre todos las energéticas, dijo, “tenemos que ser muy cuidadosos también, porque no queremos que sean nuestros ciudadanos, quienes sufran las consecuencias de esta guerra”. Esas consecuencias “tienen que ser para Vladimir Putin y su economía, que empieza ya a dar signos de colapso”.