Libertad de prensa

Albares posiciona el caso del periodista Pablo González detenido en Polonia al nivel de los presos comunes

Madrid
SERVIMEDIA

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, distanció este martes de la violación de la libertad de prensa el caso del reportero ruso español Pablo González, detenido en Polonia y acusado de espionaje, que lleva ya 36 días en prisión con numerosas trabas para ejercer su defensa y comunicarse con su familia.

Así se desprende de las declaraciones del ministro en el Pleno de la Cámara Alta en respuesta a la diputada del PNV Maribel Vaquero Montero, que le preguntó sobre la detención en Polonia del reportero ruso español Pablo González, arrestado el pasado 28 de febrero por los servicios secretos polacos en la localidad de Przemyśl, en la que se encontraba cubriendo la llegada de refugiados de Ucrania tras la invasión del país por las tropas de la Federación Rusa.

Desde el primer momento la información facilitada por las autoridades polacas fue escasa, limitándose a acusarle de ser agente del GRU, la inteligencia militar rusa, y espiar para ese país. Encarcelado al menos por tres meses, las autoridades han puesto trabas para que reciba asistencia letrada, recibir asistencia consular o hablar con su familia.

La diputada jeltzale recordó al jefe de la Cancillería que el periodista lleva ya 36 días en prisión, y le pidió que no se excusara en que “son los tribunales polacos los que tienen que resolver sobre la cuestión”. Maribel Vaquero subrayó que “España y Polonia son firmantes del convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales” y por lo tanto ambos países “están obligados a tomar las medidas adecuadas para asegurar la garantía de los derechos y libertades definidos en el mismo”.

Para Vaquero, “a tenor de la información o de la falta de ella que tenemos” es difícil creer que “se estén garantizando los derechos que asisten a esta persona”. La diputada lamentó que “España nos dice que se han realizado gestiones ante el gobierno de Polonia, que se está prestando asistencia consular”, pero, sin embargo, “el fiscal mantiene el asunto en secreto”.

Polonia filtró el pasado 4 de marzo que el reportero viajaba con documentos de identidad falsos, circunstancia que simplemente obedece a que González, de padre ruso, y nacido en Moscú en 1982, cuenta por cláusula del acuerdo de divorcio de sus padres con un pasaporte con su nombre español y apellido materno, y otro -absolutamente legal- ruso, en el que consta su nombre en ruso y el apellido paterno, Pavel Rubtsov.

PRESUNTOS SECRETOS

El ministro se defendió de la acusación de inacción y aseveró que “en este caso, en el que hablamos de una persona que se encuentra detenida y formalmente acusada, es difícil dar explicaciones”, ya que, sostuvo, “hay muchas cosas que no podemos revelar incluidas aquellas que el detenido nos indica que no se revelen”.

Añadió que “también está en juego efectivamente su presunción de inocencia, que el Gobierno de España tiene todo el interés en proteger”, por lo que reiteró que “serán los tribunales polacos los que decidan al respecto”.

José Manuel Albares no quiso enmarcar la detención de Pablo González en la limitación de la libertad de expresión pese a que el detenido es un experimentado reportero y firma habitual de diarios como ‘Gara’ o ‘Público’, y colaborador de cadenas de televisión como laSexta. Por ello, señaló, “en este caso, exactamente igual que en el de los 800 españoles que están detenidos por el mundo”, cuando conocieron su detención “nos interesamos por él, e hicimos las gestiones ante las autoridades polacas competentes para obtener información sobre los cargos de que se le acusa formalmente”.

El máximo responsable de la diplomacia explicó que González ha recibido visita consular en dos ocasiones, “la última el pasado viernes”. Igualmente, añadió que “se le puso a disposición un abogado de oficio, también por impulso de la embajada y el Consulado de España”, pero que el periodista “ha preferido tener y es perfectamente legítimo y perfectamente lógico un abogado privado”.

De hecho, señaló, “tiene un abogado privado externo, es decir, no polaco, con todas las dificultades que conlleva que ese abogado no hable polaco”, en referencia al letrado Gonzalo Boyé. Ahora, comentó también, “tiene un abogado escogido por él, que es un abogado polaco” y que, consideró, “por supuesto conoce mejor el sistema”.

Albares subrayó que ha hablado en dos ocasiones con su homólogo polaco, “el día 4 de marzo en Bruselas y el día 17 de marzo en mi visita a Polonia”, pero no desveló el resultado de dichas conversaciones. Finalmente, recalcó que “le vamos a seguir otorgando la asistencia y la protección consular, independientemente de los cargos que se plantean contra él”.

(SERVIMEDIA)
05 Abr 2022
MGN/clc