Así lo señaló José Manuel Albares en la clausura de la IV edición del foro económico ‘Wake Up, ¡Spain!', organizado por el periódico ‘El Español,’ en Casa de América, en Madrid, durante la que aseveró que el mundo vive “en una encrucijada”, en un periodo en el que “todos sentimos el latido del tiempo histórico”.

El ministro recordó que la guerra de agresión rusa a Ucrania ha entrado ya en su tercer año, y denunció la catástrofe humanitaria en Gaza “con una situación de escalada y de posible extensión regional muy preocupante en Oriente Medio”.

A estas circunstancias agregó “el fenómeno migratorio, la transformación digital y la seguridad global”, desafíos que, dijo, “nos exigen respuestas y las respuestas más acertadas exigen siempre responsabilidad compartida y compromiso colectivo”.

“Defendemos un orden global de cooperación, de entendimiento, de buena vecindad”, un sistema internacional “en el que no impere la ley del más fuerte, sino que se oriente hacia asegurar la paz".

Por ello, aseveró, la derrota de Ucrania frente al Kremlin “sería la derrota de todos aquellos valores sobre los que hemos construido el mayor periodo de libertad y de progreso de la historia de la humanidad, eso es algo que por supuesto ni España ni Europa ni el mundo podemos aceptar”.

En la misma línea recalcó que el Gobierno de España estará al lado de Ucrania “hasta que esta guerra injusta dé paso a una paz justa, y lo haremos con apoyo humanitario, con apoyo financiero, con apoyo militar y con apoyo político”.

“ESPERANZA Y SEGURIDAD”

Con respecto al reconocimiento del Estado palestino por parte de España, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzó que se hará antes de verano, el titular de Exteriores sostuvo que se hará “por justicia” y “por la más elemental humanidad: el pueblo palestino no puede estar condenado a ser eternamente un pueblo de refugiados”.

Albares se mostró convencido de que es “la vía correcta para una paz efectiva y estable en Oriente Medio”, y recalcó que el pueblo palestino, “como todos los pueblos de la Tierra, tiene derecho a la esperanza”. Una esperanza, añadió, “que es también la promesa de seguridad a la que por supuesto tiene también derecho el pueblo de Israel”.

El responsable de la diplomacia defendió que España “ejerce un liderazgo por la paz alejado de toda ingenuidad”, ya que sabe que “ningún futuro se puede construir sobre la opresión o sobre la violencia”.

Por ello, esgrimió los viajes del presiente del Gobierno y de él mismo a los países que son actores decisivos en la región para “impulsar la propuesta española de una conferencia internacional de paz, que han secundado ya casi 90 países, la Unión Europea, la Liga Árabe y la Conferencia Islámica”.