Así lo subrayó durante una entrevista en CNN recogida por Servimedia durante la que le preguntaron sobre lo que más le había llamado la atención tras su visita a Moldavia y especialmente a un punto de la frontera de Ucrania con Polonia. Albares explicó que había visto a “mujeres muy jóvenes, con niños y sin hombres”, algo que calificó de “baño de realidad” sobre la realidad de la guerra, el encontrarse con “esas mujeres que lo han perdido todo”.

“Una de ellas me decía que mataron a su mejor amiga de 17 años y que aquí hay un verdadero desastre humanitario”. Una de las pocas cosas amables de esta historia, dijo el titular de Exteriores, es cómo en Polonia “abrieron las fronteras y las familias abrieron sus puertas y permitieron que la gente entrara”, en contraposición a los gobiernos de otros países que no han hecho tanto.

El ministro destacó también el ejemplo de Moldavia, donde estuvo en el día de ayer, por la enorme cantidad de personas que han llegado al país huyendo de la guerra, y explicó que “hemos tomado una decisión en Bruselas dentro de la Unión Europea para aceptar a cualquier persona que venga de Ucrania”, pero admitió que eso no es fácil en Moldavia, “uno de los países más pobres de Europa”, en el que han entrado una cifra de refugiados que supone el 10% de su población.

Con respecto a cuanto durará la crisis, el jefe de la Diplomacia española aseveró que estas personas probablemente se quedarán mucho tiempo entre nosotros y parte de ellos permanecerá para siempre en las sociedades de acogida. Por ello, explicó, el objetivo es brindarles viviendas permanentes y también educación para los niños. En España “ya hemos preparado 20.000 plazas” para los refugiados, y “estamos tomando decisiones muy, muy rápido”. La guerra “lleva solamente unos días”, apostilló Albares.