Alavedra, que fue el último testigo en declarar ante la Sección Novena de la Audiencia de Barcelona en la vista contra los 12 procesados por el supuesto fraude de unos 3.000 millones, aseguró que cuando Planasdemunt fue nombrado director de ICF, en 1990, le comentó que debía abandonar sus negocios privados para no crear incompatibilidades.

Según el consejero, Jordi Planasdemunt nunca le comentó que formaba parte de BFP, sociedad de la que cesó como consejero en febrero de 1992, según consta en el registro mercantil. Añadió que tuvo conocimiento de la posible vinculación del director del ICF a una empresa con dificultades financieras entre mayo y junio del mismo año y que le pidió que tomara "las decisiones oportunas" para no perjudicarla institución.

Planasdemunt negó tener relación con el caso y le pidió a Alavedra que estuviera tranquilo, motivo por el que el consejero, según dijo hoy, confió en él y no consideró oportuno abrir ningún expediente.

Alavedra solicitó formalmente la dimisión del procesado en septiembre de 1992, cuando salió el caso de los pagarés falsos a la prensa. Entonces Planasdemunt se negó, alegando que equivaldría a reconocer su culpabilidad. Posteriormente, añadió el consejero ante el tribunal, su deparamento promovió un expediente administrativo para destituirle.

Sobre las llamadas que realizó él mismo a la sede de BFP para hablar con Planasdemunt, y que fueron recogidas en el juicio a través de los testimonios de una secretaria y una telefonista de la sociedad, el consejero de Economía dijo que él no marcaba directamente el número y que no era consciente del lugar en el que se encontraba el director del ICF.

Alavedra también explicó durante su comparecencia como testigo que el Instituto Cataln de Finanzas es un organismo autónomo dentro de la consejería y que el titular de Economía no tiene por qué saber qué créditos o avales se otorgan si no se trata de casos que llegan al propio Gobierno autónomo. Asimismo, negó conocer que Planasdemunt gestionara un aval para Martorell Center, empresa vinculada a Joan Basols, su socio en BFP.

La declaración de Maciá Alavedra ante la Audiencia de Barcelona duró media hora, aunque el el ex director del ICF sólo estuvo presente en la sala durante los últios diez minutos.