De acuerdo con este informe, elaborado fundamentalmente a partir de datos del Banco de España, Instituto Nacional de Estadística (INE) y bancos nacionales, los activos financieros de las familias aumentaron en 2004 un 9,16%, mientras que los pasivos (deuda) lo hicieron un 17,5%, situando la riqueza financiera neta de las familias en 770.227 millones de euros, un 3,5% superior a la de 2003.

Destaca la confianza del ahorro familiar hacia los fondos de inversión y las acciones, que son los activos que más crecieron el año pasado, un 10% y 12%, respectivamente, seguidos por los depósitos, cuentas y renta fija (8%) y seguros (6%). Estos datos no tienen en cuenta los fondos de pensiones al ser un producto estacionario.

En los últimos casi 20 años, la distribución del ahorro familiar ha cambiado de forma significativa, según el Grupo Santander, ya que los depósitos bancarios han pasado a suponer poco más de un tercio del ahorro familiar, mientras que el 60,2% se materializa en inversión directa en renta fija, acciones, fondos de inversión, seguros y fondos de pensiones.

La deuda financiera de las familias españolas llegó a máximos históricos en 2004, con 595.183 millones de euros, un 17,5% más que en 2003 (88.601 millones más), como consecuencia fundamentalmente de la adquisición de viviendas, ya que los préstamos a largo plazo suponen el 84% del pasivo (502.145 millones de euros).

En los últimos diez años, la deuda financiera de las familias se ha multiplicado por más de tres veces, pasando de más de 188.000 millones de euros en 1995 a los más de 595.000 millones de 2004.