Durante el acto, Aguirre estuvo acompañada por el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Francisco José Alcaraz, y la presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, María Ángeles Domínguez.

Dos alumnos de la Academia de Policía de la Comunidad de Madrid portaron la corona de laurel que luego depositó en la placa la presidenta regional junto a los representantes de las asociaciones de víctimas.

Además, estuvieron presentes, entre otras autoridades, el Consejo de Gobierno en pleno de la Comunidad de Madrid; el delegado del Gobierno, Constantino Méndez; los portavoces del PP, PSOE e IU en la Asamblea de Madrid; diputados de la Asamblea, representantes sindicales y organizaciones sociales, así como alcaldes o representantes municipales de la región, con el regidor del Ayuntamiento de Madrid, Alberto Ruíz-Gallardón, al frente.

Una hora después, la presidenta del Ejecutivo regional acudía a otro acto, esta vez organizado por la organización que preside Domínguez, y que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Bajo el lema "Lecturas por la Paz", consistió en la lectura de breves textos referentes a la erradicación de la violencia política y el terrorismo, el apoyo total a las víctimas y la construcción de la paz, que fueron leídos por los invitados a este evento. Entre ellos se encontraban, además de autoridades, embajadores de 19 países, las propias víctimas y ciudadanos anónimos.

El acto de apertura de este homenaje a los 192 fallecidos y a los más de 1.500 heridos en los atentados del 11-M contó con la presencia del líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, quien leyó un texto pronunciado por el fallecido Papa Juan Pablo II en unas jornadas mundiales por la Paz, quiso poner de manifiesto su reconocimiento ante la "entereza" que, a su juicio, "han venido demostrando a lo largo de estos dos años los afectados".

Por su parte, Aguirre optó por la lectura de un texto procedente del libro "El mundo de ayer", del austríaco Stefan Zweig.

Simultáneamente tuvo lugar otro homenaje en el que alrededor de 200 voluntarios, colaboradores de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M y procedentes del entorno universitario realizaron un recorrido desde la Plaza de Cibeles hasta la Plaza de España de Madrid, en el que comunicaron a los ciudadanos la necesidad de luchar contra la violencia.