Rodríguez Ibarra manifestó ayer que "estamos ante un serio intento de golpe de Estado a través de los que Felipe González, en su prudencia, llama canallas".

Aguirre señaló que el presidente extremeño "ha practicado durante muchísimo tiempo un silencio miserable cuando se trataba de opinar sobre la orgía de corrupción que habíanprotagonizado sus compañeros de partido".

En su opinión, Rodríguez Ibarra, "cuando ahora se trata de oponerse y de abrirse sitio en la oposición, se produce con ladridos más propios de perros de presa de guardias carceleros", algo que hay que atribuir también al "raquitismo de su pensamiento político".

Para el dirigente popular, "sus palabras son un auténtico atentado contra los demócratas porque ha llegado incluso a negar que el Parlamento tenga capacidad de legislar, que es algo así como decir ue la soberanía popular emanada del 3 de marzo (fecha de la victoria electoral del PP) no tiene legitimidad".

Lo que le pasa a Rodríguez Ibarra, indicó, es que "quiere instalar la crispación en la escena política española, fundamentalmente como una reacción celosa y rabiosa por comprobar que el Partido Popular crea y construye estabilidad política, social y económica".

A su juicio, "el PSOE quiere evitar que se hable de la creación de empleo, de los bajos tipos de interés, de la contención de losprecios, y por eso ha subido el volumen de su voz y está utilizando la palabra para embestir".