Tras presentar la Memoria del Programa de Información y Atención a Homosexuales de la Comunidad de Madrid, Aguirre declaró a los periodistas que en su momento se opuso a que se presentara un recurso de inconstitucionalidad contra los matrimonios homosexuales, no porque pensase que no era aceptable jurídicamente, sino porque podía interpretarse como un ataque a los gays.

"Sigo pensando exactamente lo mismo", precisó, "sin que eso quiera decir que a mí lo que me parece es que se podía perfectamente haber regulado las uniones entre las personas del mismo sexo sin necesidad de haberlas llamado matrimonio".

En su opinión, la utilización de esa palabra sólo obedecía al deseo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de "meterles el dedo en el ojo a los católicos, no de atribuir derechos", es decir, de garantizar el ejercicio íntegro de todos ellos a la totalidad de los ciudadanos, cualquiera que sea su orientación sexual.