Aguirre, que en ningún momento citó expresamente al Partido Popular, no paró de hacer alusiones con doble sentido durante la presentación del libro "Liberales de 1808", editado por la Fundación FAES, con motivo del bicentenario del levantamiento popular contra las tropas francesas de Napoleón.

Aguirre aseguró que de la "crisis" de 1808 pueden extraerse "numerosas enseñanzas" para momentos de "crisis, dificultades e incertidumbres" como los actuales.

En particular, recomendó la lectura de lo ocurrido en 1808 "a todos los políticos que tengan la tentación de magnificarsus problemas, que piensen que son únicos y que sus dificultades no tienen parangón".

Aguirre destacó que los liberales de 1808 "eran conscientes de la profundidad de la crisis" porque "lo viejo no acababa de morir y lo nuevo no terminaba de nacer".

Recordó que aquella revolución tuvo un éxito "efímero" porque sus promotores cometieron los "errores" de mitificar al Rey y de no conseguir "un acuerdo más amplio" con los partidarios del monarca Fernando VII.

Finalmente, ensalzó que siempre defendieran sus ideas esforzándose en unir los conceptos de patriotismo y libertad, así como su "capacidad de maniobra" en la utilización de los medios de comunicación. "En eso ya podríamos aprender los liberales de hoy", apostilló.

Aguirre estuvo respaldada en el acto por la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella; los diputados en el Congreso Miguel Angel Cortes y Guillermo Mariscal; el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta; y el ex dirigente gallego José Manuel Romay Beccaria.