Aguirre se felicitó por una instalación que generará para su comunidad más de 300.000 puestos de trabajo y que constituye un 20 por ciento del PIB de la región, pero aseguró que no olvida por ello a los cerca de 800.000 vecinos que se verán afectados por los ruidos de las aeronaves que utilizarán las nuevas pistas de Barajas.

En su discurso, durante el acto de inauguración de la T4, la presidenta regional anunció que ayer su gobierno inició el trámite de la licitación de las obras de la línea 8 desde Barajas, y aseguró que estará en servicio antes del mes de mayo de 2007, coincidiendo con el final de su legislatura.

Para Aguirre, la inauguración de hoy es un "motivo enorme de satisfacción" porque la economía madrileña necesitaba "imperiosamente esta ampliación" y se refirió al ex presidente del Gobierno, José María Aznar, y al ex ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, como los verdaderos impulsores de esta ampliación del aeropuerto de Madrid-Barajas.

La presidenta regional que mostró su confianza en que la nueva infraestructura esté al servicio de los viajeros y en que todo funcione pensando en su comodidad y confort, no quiso olvidar a los madrileños que se verán afectados por el impacto sonoro del nuevo aeropuerto.

Aguirre prometió que su Gobierno trabajará, desde ya, para buscar soluciones que permitan conjugar el aeropuerto con la calidad de vida de los madrileños.