En el tradicional discurso de fin de año, Aguirre aseguró "que el 11 de marzo ya va a estar siempre en nuestra memoria", porque en ese día unos "criminales atentados terroristas segaron la vida de 192 conciudadanos".

Los atentados del 11-M ocuparon la primera parte del discurso de la presidenta, quien afirmó que ese día sirvió "para que se demostrara que todos los madrilenos reaccionamos unidos con generosidad, con civismo y con un insobornable sentido de la responsabilidad a la hora de auxiliar a las víctimas".

"Todos estamos unidos a la hora de plantar cara al terror de los totalitarios, que sólo quieren acabar con la libertad", recalcó Aguirre, y por eso quiso animar a "todos los que hacemos día a día Madrid, a mirar al futuro con optimismo y con ilusión".

En la segunda parte del discurso, Esperanza Aguirre tuvo palabras para la conmemoración del IV Centenario del Quijote, que quiere que "sirva para acercarse a la lectura".

Y también, como es lógico,la presidenta espera que 2005 "traiga la candidatuda de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2012".

Tras animar a los familiares y víctimas del atentado, la presidenta del Gobierno regional dirigió la mirada a los inmigrantes que vienen a Madrid a buscar una mejor vida. "Madrid es un polo de atracción por la capacidad de crear empleo y por el refuerzo de nuestra economía", afirmó.

Esperanza Aguirre invitó a "todos los inmigrantes que han elegido Madrid para trabajar y buscar un progreso" que "se sientan ya tan madrileños como los demás".

En la despedida de 2004 e inicio de 2005, la presidenta quiso desear lo mejor "a las mujeres maltratadas, a todos los jóvenes, a los que no tienen empleo, a los empresarios, a las personas discapacitadas y a todos aquellos que defienden con su trabajo nuestras libertades, cuidan de nuestra salud y hacen más agradable la vida en nuestras ciudades".

La presidenta finalizó su discurso compartiendo todos sus deseos y deseando "que 2005 nos traiga libertad, paz y prosperidad para todos".