En declaraciones a los periodistas antes de inaugurar un congreso internacional sobre las nuevas modalidades de transporte público, Aguirre explicó que, una vez se tuvo conocimiento de las agresiones, el Ejecutivo autonómico pidió a las empresas encargadas de prestar el servicio de seguridad que despidieran a los autores de las mismas y denunciaran lo ocurrido ante las autoridades, ya que no se trataba de trabajadores directos de Metro.

Sin embargo, añadió la presidenta, por razones sindicales o de otra índole, estas entidades no presentaron la denuncia correspondiente. "Admito que fue un error que no lo denunciáramos nosotros", indicó.

En cualquier caso, Aguirre quiso dejar claro que, a partir de este momento, cualquier actuación que se cometa en el suburbano madrileño con apariencia de delito será inmediatamente puesta en conocimiento de las autoridades.

A pesar de que fue insistentemente preguntada por los periodistas sobre la situación del Partido Popular y sus intenciones respecto al próximo congreso de junio, la presidenta regional eludió hacer el menor comentario acerca de estos asuntos.