AGUILAR RECONOCE QUE CON LA LLEGADA DE CONDE COMENZARON LOS IRREGULARIDADES EN LA UNION Y EL FENIX

MADRID
SERVIMEDIA

E director general de Seguros, Eduardo Aguilar, ha reconocido hoy que la entrada del equipo de Mario Conde en la aseguradora La Unión y el Fénix, filial de Banesto, dió lugar "a la aparición de operaciones atípicas para maquillar los resultados y no dejar ver las pérdidas".

Aguilar, que compareció hoy ante la Comisión parlamentaria que estudia el proceso de intervención de Banesto, llegó a decir que de no haber sido por la presencia de AGF en el accionariado de la aseguradora de Banesto "no habría sidoposible su salvamento" y añadió que "es muy posible que La Unión y el Fenix estuviera ahora en liquidación", impresión en la que coincidió su predecesor en el cargo, Guillermo Kessler, que compareció también en la Comisión Banesto.

Eduardo Aguilar informó a la comisión de que el expediente contra los antiguos administradores por los posibles incumplimientos de la Ley de Seguros está en elaboración, aunque aún no se ha comenzado su tramitación. Más tarde, ante los periodistas matizó que hay algunos de os administradores "como es el caso de los consejeros que representaban a AGF, que no participaban en la gestión".

A juicio de Aguilar, los incumplimientos son claros al menos en dos aspectos: no comunicar operaciones con sociedades vinculadas; y la práctica de cerrar expedientes de siniestros en los meses de diciembre para reabrirlos en enero.

Aguilar ha puesto el énfasis en señalar que desde su llegada a la Dirección General de Seguros, en octubre de 1991 se siguió atentamente la evolución de l Unión y el Fénix, y la gestión de sus adminmistradores.

23 REUNIONES

En este sentido, ha revelado que hasta la intervención el 29 de diciembre de 1993 hubo al menos 23 reuniones con directivos y administradores de la aseguradora de Banesto.

"La situación de gravedad la conocí nada más llegar", ha manifestado refiriéndose a deficiencias en la gestión. Incluso ha añadido que estas deficienciasse reconocian incluso por parte de la compañía.

Sin embargo, ha reconocido que hasta primeros de993 no se tuvieron indicios de que las cuentas que la compañía remitía a la Dirección General de Seguros no reflejaban la verdadera situación patrimonial.

Las primeras "medidas de urgencias" se tomaron en junio de 1993 convocándose a un encuentro con Aguilar a Arturo Romaní, vicepresidente de la entidad aseguradora y hombre de confianza de Conde para que explicara los planes que tenían para resolver sus problemas.

Posteriormente, la Direción General de Seguros ordenaría una inspección de la entidadque concluyó en octubre de 1993. Las conclusiones de dicha inspección motivaron una resolución, emitida el mismo día 29 de diciembre en la que se incoaba un expediente de disolución.

Aguilar cree que este expediente hubiera sido suficiente para dar un aldabonazo sobre la situación de La Unión y el Fénix y no hubiera requerido la intervención de la compañía y la destitución de sus administradores si el día anterior 28 de diciembre el Banco de España no hubiera intervenido Banesto.

(SERVIMEDIA)
14 Sep 1994
JCV