García Yelo, cuya organización reclamaba un trasvase de 80 hectómetros cúbicos, explicó que los regantes del Segura no están conformes con lo aprobado, "pero o vamos a pregonarlo. Lo que pasa es que no le damos tanto bombo como le da Castilla-La Mancha".

Indicó que, si es preciso, "pediremos responsabilidades por los daños que se van a producir" que cuantificó en más de 25.000 hectáreas de arbolado y más de 40.000 millones de pesetas en cosechas perdidas, "además de muchos puestos de trabajo".

Agregó que la única esperanza que les queda es que, "aunque tengamos que salir en barca, en septiembre nos caiga una gota fría".

Por su parte, el president de la Federación de Cooperativas Agrarias de la Región y portavoz de la Plataforma Social por el Agua, Manuel Soler, aseguró que "se han dicho muchas chorradas desde Castilla-La Mancha. No entendemos cómo desde Madrid no se ha puesto coto a esta serie de disparates y esperemos que los partidos adopten una postura unitaria en el tema del agua".

Soler acusó al presidente manchego, José Bono, y a los alcaldes de los pueblos ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía de estar "mintiendo a los ciuddanos españoles, puesto que no paran de decir que los murcianos queremos traernos el agua que ellos necesitan para beber, cuando saben que no es cierto".

"Por mucha agua que tengan en los pantanos, si no tienen infraestructuras no se puede resolver el problema del abastecimiento ni de regadío", continuó.

El delegado del Gobierno en Murcia, Eugenio Faraco, prometió su apoyo a la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia durante los riegos de este mes y prestó su colaboración para que las fuerzas e seguridad del Estado estén presentes durante los riegos.