La alarma roducida ante el anuncio de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla de gestionar ante la CE una bajada de los baremos que fijan la potabilidad del agua ha disparado en las últimas semanas el consumo de agua mineral en la capital y provincia.

Sin embargo, la ACUS mantiene que no existen motivos para cuestionar la potabilidad del agua de Sevilla. "No hay riesgo para la salud", según el presidente de la Federación de Consumidores de Andalucía, Francisco Sánchez Legran.

De las once muestra analizadas por un laboratorio homologado, tres dieron como resultado que el agua no era potable, una de ellas en el casco histórico de la ciudad, debido a un fallo en la red que ha sido solucionado.

Los consumidores denuncian la pérdida de la calidad del agua y las deficiencias de la "laberíntica red de 2.000 kilómetros de canalización, que puede derivar en fugas y fallos" que, a su juicio, pueden producir trastornos intestinales en niños, ancianos y personas bajas en defensas. Aún así, Sánchez Legra considera que el agua de Sevilla no es una de las peores de Andalucía ni de España en la actualidad.