El texto será sometido a votación, y contará con el respaldo de la mayoría de los miembros del pleno, ya que sólo las citadas comunidades y las organizaciones ecologistas mostrarán su oposición, aunque por motivos distintos, según el sondeo realizado por Servimedia entre distintos vocales del Consejo Nacional del Agua.

Aragón y Castilla y León se muestran reaccias a trasvasar los volúmenes de agua contemplados en el Plan Hidrológico Nacional, que sólo en el caso delEbro se cifran en 2.500 hectómetros cúbicos anuales.

El Gobierno aragonés condicionará su apoyo al plan hidrológico a la inclusión en ese documento del Pacto del Agua de Aragón, firmado por todas las fuerzas políticas de la comunidad autónoma, a la vez que se opone a los trasvases solicitados desde las regiones levantinas.

También la Administración castellano y leonesa exige que sólo se permitan trasvases en el supuesto de que haya excedentes, concepto que no queda suficientemente definido en el lan hidrológico. Castilla y León trasvasará más de 800 hectómetros cúbicos desde el Duero y el Ebro a otras comunidades si se aprueba el texto en su actual redacción.

Respecto a Castilla-La Mancha, si bien la cuenca del Tajo trasvasaría anualmente una cantidad similar a la que recibiría, el Gobierno regional ha anunciado que se opondrá al plan, ya que según su presidente, José Bono, el José Borrell pretende convertir el plan hidrológico en "un discurso vacio".

Por su parte, los ecologistas piden na revisión total del texto, al que acusan de estar basado exclusivamente en la construcción de grandes infraestructuras, falta de previsión y no tener en cuenta los aspectos ambientales.

En cualquier caso, las alegaciones y propuestas que presente el consejo nacional no tienen carácter vinculante, por lo que el Consejo de Ministros no está obligado a incluirlas en el texto definitivo del plan hidrológico.