El acto tenía como objetivo instar al Goberno el aprovechamiento del agua y rechazar los diferentes trasvases previstos en el Plan Hidrológico Nacional.

Los convocantes habían cifrado en 8.000 personas el número de participantes necesario para cubrir los más de 6 kilómetros de cadena humana que habían de ocupar ambas márgenes del río entre los cinco puentes existentes en la capital aragonesa.

Sin embargo, casi pudo doblarse la cifra sin que ésta llegase a alcanzar a la de movilizaciones como la que tuvo lugar el 23 de abril de 1993 en l que más de 100.000 ciudadanos se manifestaron bajo el lema "Autonomía plena, ya. Trasvases, no".

La concentración de ayer se inició a las 11,30 de la mañana y la cadena humana quedó completada sólo media hora después, cuando un cohete dió la señal para que los participantes unieran sus manos en un simbólico círculo.

"NADIE PUEDE HACER OIDOS SORDOS"

La protesta de ayer y la formación de la Plataforma en Defensa del Agua tiene su origen en las reiteradas iniciativas del Gobierno tendentes a la pesta en marcha de los grandes trasvases del Ebro previstos en el Plan Hidrológico Nacional, que reclaman las comunidades del llamado arco Mediterráneo.

Aunque no pudo confirmarse la asistencia al acto de todos los representantes políticos y sociales de la comunidad autónoma, la Federación de Regantes no hizo acto de presencia, ya que su rechazo a los trasvases se basa en anteponer el cumplimiento del llamado Pacto del Agua a cualquier otro tipo de acuerdos.

Entre los asistentes al acto figuraba e Defensor del Pueblo de carácter autonómico, Juan Montserrat, quien destacó el éxito de la jornada.

Montserrat hizo hincapié en lo unánime de la voluntad aragonesa y advirtió del peligro de no escuchar sus exigencias. "Si en Aragón hay algo que representa el Río Ebro y el aprovechamiento íntegro de las aguas de su cuenca, mediante la realización de las obras necesarias. Mientras no se lleven a cabo estas obras, Aragón no va a saber ni dónde se encuentra. Nadie puede hacer oídos sordos a lo que aquí ho ha reclamado Aragón, so pena de buscar su propia catástrofe".