De esas ayudas, 7.000 millones de pesetas fueron destinadas a cooperativas, que generaron una inversión de 43.000 millones. El principal objetivo de las ayudas a cooperativas es incentivar su participación en las fases de transformación y comercialización e sus propios productos.

Según el Ministerio de Agricultura, las inversiones apoyadas con fondos públicos han permitido ampliar y modernizar las instalaciones existentes "con vistas a la adaptación progresiva de nuestra industria alimentaria al mercado único europeo".

Por lo que se refiere a la distribución de las subvenciones por sectores, un 23 por ciento correspondieron a las industrias cárnicas, que recibieron cerca de 4.600 millones de pesetas en subvenciones y realizaron una inversión globa de 36.000 millones repartida entre 100 proyectos.

El resto de las subvenciones se distribuyeron de la siguiente manera: 3.500 millones a la industria de manipulación de productos agrarios, 3.200 millones al sector vitivinícola, 2.000 millones al sector de cereales, 1.800 millones al sector lácteo, 1.200 millones a la industria de transformación de vegetales, 850 millones al sector azucarero y 400 millones a las industrias de huevos, piensos y derivados.