Los agricultores llevan tiempo denunciando que el "desmesurado e irracional abuso" de distribuidores y comercializadores está llevando a la ruina a los trabajadores del campo español, convirtiendo en una práctica habitual la especulación que realizan las grandes empresas, que emplean los desastres naturales (sequía y heladas) para especular con los precios.

"Si el año pasado podía haber excusas para estas prácticas por la escasez de cosechas, en la actual campaña de verano resulta vergonzoso el incremento salvaje de los precios a los consumidores, ya que los agricultores están sometidos a abusos por los distribuidores, al percibir importes inferiores en un 50% a los contabilizados en 2004", señala UPA.

La organización continuará con este tipo de actos en las próximas semanas, llegando a distintas ciudades españolas para exigir al Gobierno que afronte la situación, al igual que han hecho en Francia, donde el Ejecutivo galo ha puesto en marcha un mecanismo legislativo nacional a tal efecto.