La falta de agua en esta comarca traerá como consecuencia inmediata, según Pascual, "la pérdida del 60% de la cosecha de cítricos y del 50% de hortalizas, con el agravante de que los productos que van a salir adelante son de calidad baja y pequeño calibre".

Los agricultores de la Vega Baja del Segura han solicitado un riego de emergencia para la zona que tendrá que ser aprobado en Consejo de Ministros. Esta petición está respaldada por las Crtes valencianas, que aprobaron la semana pasada por unanimidad solicitar al Gobierno central este riego de socorro.

Santiago Pascual explicó que "mientras ese agua nos llega estamos utilizando pozos subterráneos para regar nuestros campos, aun sabiendo el alto contenido en sal y el perjuicio que con ella sufren las tierras", por lo que calificó la medida de "extrema".

A su juicio, la única solución es que llueva en los próximos meses, "al menos 100 litros por metro cuadrado y en un espacio de timpo de tres días para evitar inundaciones, aunque somos conscientes de que esto es bastante improbable".

El riego de socorro, de producirse, no llegará antes del 15 de abril y "aunque la llegada de aguas siempre es una buena noticia, la sequedad de las tierras va a provocar que ese agua no pueda aprovecharse al cien por cien".