Además, la Ley de Impuestos Especiales, que tambén entrará en vigor el 1 de enero de 1993, reducirá el tributo sobre el gasóleo agrícola en 26,30 pesetas por litro, si bien el recorte real no será tan grande, ya que ahora la Administración devuelve el 34 por ciento del precio cobrado en surtidor.

El resultado será que los agricultores no tendrán que adelantar unos 31.500 millones de pesetas para comprar los 1.200 millones de litros de gasóleo que suelen consumir anualmente, lo que supondrá un ahorro financiero de varios miles de millones.

El nevo sistema de pago prevé la obligación de justificar el destino que se da al gasóleo, para lo que está previsto seguir utilizando el cheque gasóleo u otra modalidad alternativa de pago, como una tarjeta de crédito, para identificar al comprador.