Además, el Ejecutivo debe respetar las competencias de las autonomías, algunas de las cuales ya cuentan con agencias públicas de alquiler, como Madrid y Andalucía, apuntó Baena.

"Aquí parece ser que el Estado se erige en macroinmobiliaria y con valores menores que los del mercado", señaló el presidente de los API, quien indicó que "habrá que ver cómo entran los propietarios" ante la garantía del Gobierno de que "tendrán seguridad en la renta y que se reparará el bien en caso de desperfectos".

Baena dijo que la cuestión para potenciar el alquiler no es tanto la garantía del cobro de la renta, como que "realmente el arrendador tuviese claro que el bien que sitúa en el mercado tenga unas canalizaciones ágiles para impedir que un inquilino no pague durante meses o que destroce la casa".

"Actualmente la triste realidad es que tener un inquilino es como tener un melón. Cuando se llega todos somos muy buenos, hasta que se demuestra lo contrario", manifestó Baena, quien añadió que, "como propietario me puede costar cinco, siete u ocho meses echar a un inquilino que no paga y luego no hay forma de cobrar, se quedan los bienes de qué manera y es que hay auténticos profesionales del no pagar".