Los agentes dicen que les llamaron "hijos de puta" y "cabrones" ---------------------------------------------------------------
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Cinco jóvenes madrileños han denunciado judicialmente a dos policías de la comisaría de Usera,a los que acusan de infligirles malos tratos, tras mantener con ellos una discusión de tráfico el pasado domingo. Esta versión fue desmentida radicalmente por la Jefatura Superior de Policía.
Luis Borondo Jiménez afirma que los agentes le golpearon en la boca con una especie de porra, mientras que Carlos Arribas Blasco y Justo Triguero Villamón aseguran que no les fueron leídos sus derechos y que los tres permanecieron esposados a un banco de la dependencia policial durante más de dos horas.
Por u parte, María Luisa Iglesias Pulido y Milagros de las Muelas Aguado, que no fueron detenidas y acudieron a la comisaría para interesarse por sus amigos, señalan en la denuncia que los policías las amenazaron con dilatar el tiempo de arresto de sus acompañantes.
Sin embargo, la Jefatura Superior de Policía niega que los funcionarios maltratasen a los jóvenes, a quienes se imputan los delitos de resistencia a la autoridad, atentado y desacato.
En las diligencias consta que a los arrestados se les rató con cortesía en todo momento, pese a que insultaron y llamaron "hijos de putas", "cabrones" y "chulos" a los agentes.
VERSIONES DIFERENTES
Según el relato de los jóvenes, alrededor de las seis y media de la tarde del pasado domingo pararon su coche, un "Ford Fiesta" matrícula M-3367-JK, en el semáforo situado en el cruce de la M-40 con la carretera de Andalucía.
Al abrirse el semáforo, tuvieron que ceder el paso a un "Peugeot 205" de color blanco, matrícula M-4129-KS, que circulaba de frene.
En el siguiente semáforo, el "Peugeot 205", que era un coche "K" (camuflado) de la comisaría de Usera, interceptó al "Ford Fiesta". Del vehículo oficial descendieron dos hombres, que se identificaron como policías.
Los denunciantes afirman que los agentes les obligaron a salir de su automóvil con "gritos y malas formas" y que uno de ellos sacó un cable de aluminio forrado de goma, con el que golpeó en la boca Luis Borondo Jiménez, al que tuvieron que dar cinco puntos de sutura en la casa de soorro.
Por el contrario, en la diligencias oficiales se afirma que los jóvenes insultaron a los dos policías, un oficial y un agente, que también tuvo que ser asistido de lesiones leves en la boca.
Un coche patrulla acudió al lugar y trasladó a Luis Borondo, Carlos Arribas y Justo Triguero a la comisaría de Usera, ya que querían presentar una denuncia contra su presunto agresor.
ESPOSADOS
Luis Borondo declaró a Servimedia que fueron esposados a un banco de la comisaría. Tras permanecer allíun rato, fue trasladado al puesto de la Cruz Roja de San Cristóbal de los Angeles, donde le dieron cinco puntos en la boca.
Los tres jóvenes aseguran que estuvieron esposados durante más de dos horas, hasta que alrededor de las nueve y media de la noche les fueron leídos sus derechos y se les comunicó que estaban detenidos, acusados de agresión, insultos y desacato a la autoridad.
Después los llevaron a los calabozos de la comisaría y fueron puestos en libertad hacia las dos de la madrugada del lnes, tras prestar declaración individualmente.
En cambio, las diligencias policiales especifican que tanto Luis Borondo como Justo Trigero firmaron el acta de detención (que incluye la lectura de derechos) antes de las ocho menos cuarto de la tarde. Carlos Arribas Blasco, conductor del coche, no quiso hacerlo.
Además, todos ellos declinaron comunicar a sus familias que estaban arrestados, aunque solicitaron la asistencia de un abogado de oficio.
EMPUJONES Y AMENAZAS
Mientras, las dos muchahas que iban con los jóvenes y que no fueron llevadas a la comisaría acudieron a esta dependencia para interesarse por sus amigos.
Según su versión, al preguntar reiteradamente por ellos, otros agentes las empujaron y amenazaron con prolongar el tiempo de detención de sus acompañantes si insistían en saber su estado.
Los cinco jóvenes denunciaron el pasado lunes los hechos en los juzgados de Plaza de Castilla. Su abogado, Jesús Fernández, manifestó a esta agencia que además estudian presentar unaquerella contra la policía.
Por su parte, la Jefatura Superior de Policía insiste en la correcta actuación de los funcionarios, que en el momento en que ocurrió el incidente se dirigían al Paseo de Santa María de la Cabeza para cubrir un servicio.
(SERVIMEDIA)
01 Ago 1991
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