Según este colectivo, la subida en el precio del carburante y la caída acelerada de las ventas han generado una importante reducción de los márgenes comerciales, lo que hará difícil para muchos profesionales, la mayoría autónomos, poder seguir con su trabajo.

Las consecuencias podrían ser "muy graves para el tejido económico español", si este sector viera reducido el número de sus profesionales.

Según el Consejo, la utilización diaria del vehículo resulta imprescindible para los agentes comerciales, cuyas pérdidas llegan a alcanzar el 45% en algunos sectores.