Varias agencias consultadas se han mostrado conformes con los acuerdos adoptados esta semana por la ministra de Sanidad, Elena Salgado, con empresarios y creadores de moda para luchar contra la presencia de modelos excesivamente delgadas en las pasarelas y unificar las tallas.

María José González, directora de la agencia Nueva Moda Producciones, señaló a Servimedia que "a una chica de 1,80 no puedes pretender meterla en 45-50 kilos" sin que su salud peligre. Una talla 38, afirmó, es ideal para la moda siempre y cuando se tenga por naturaleza y no se haya adelgazado hasta conseguirla.

Según González, para ser modelo hay que reunir unas características determinadas y el problema surge cuando chicas que no las cumplen adelgazan hasta alcanzar una talla que no se corresponde con su constitución natural.

A su juicio, la obsesión por adelgazar es un problema de mente, de educación, que viene dado por una sociedad de consumo en la que prima la imagen física de cada uno. "Cuando vemos la fotografía de una modelo o actriz, intentamos parecernos a ella porque pensamos que es alguien superior, y no es así", explicó.

Por otro lado, apoyó la realización de un estudio que facilite información actualizada de la constitución física real de los españoles de hoy en día, para que la moda se corresponda mejor con esa nueva realidad. "Antes, la mujer española tenía más talla que ahora, por lo que deben estudiar esa diferencia para ver la talla real actual y poner modelos que se adecuen a ella", argumentó González.

La agencia Chic Models, por su parte, se mostró también de acuerdo con que las modelos sean de la talla 38 en adelante, pero para ello, sostienen, primero tienen que exigir a los diseñadores que en los patronajes hagan una 38 real.

"Muchas veces, para las pasarelas te piden modelos de la talla 38 y te encuentras con que la ropa no les entra y en su lugar escogen a otra de la talla 36 a la que sí les cabe", afirman.

El problema es que hay empresas de "casting" de modelos para las pasarelas que piden la talla 36, por lo que desde las agencias de modelos que se oponen a ese planteamiento aseguran que poco pueden hacer para luchar contra la presencia de modelos excesivamente delgadas en los desfiles.