Durante un encuentro con la prensa, Prada dijo que la reciente fusión de las siderúrgicas alemanas Krupp y Thyssen, y la buena acogid de las últimas privatizaciones llevadas a cabo por el Gobierno indican que "no sería aconsejable retrasar más allá de este año la venta del grupo CSI".

El presidente de la AIE explicó que, desde el organismo que dirige, se sigue pensando en colocar en un poderoso grupo siderúrgico en torno al 30% del capital, para captarlo como socio de referencia.

Sin embargo, admitió que no existe ninguna decisión al respecto sobre cuál será el grupo elegido, y opinó que no cree que hubiera problemas para que todo el capital social se sacara a Bolsa".

Francisco Prada, que cifró el valor de la CSI en unos 220.000 millones de pesetas, explicó que se mantiene la idea inicial de reservar entre un 10 y un 15% de las acciones a grupos inversores y empresas nacionales interesadas en la siderurgia, y el resto se sacaría a los mercados.

También revisó al alza los planes de inversiones del grupo previstos en su plan de competitividad, al situarlos en 118.000 millones de pesetas, frente a los 103.000 millones cotemplados inicialmente.

Prada añadió que el grupo siderúrgico mantiene su objetivo de no perder el liderazgo tecnológico que ha alcanzado, por lo que no descarta que el esfuerzo inversor siga creciendo tanto económicamente como en el tiempo.