El comité decidió en marzo pasado, a petición del Ministerio de Sanidad italiano, abrir un informe sobre as reacciones adversas disponibles en los diferentes países donde se comercializaba el producto para adoptar una decisión homogénea y vinculante para todos los países de la UE.

En un comunicado hecho público hoy por Abbott, laboratorio que comercializa el producto, el órgano científico de la Agencia ha analizado los 100 estudios clínicos realizados desde 1989, con más de 12.000 pacientes incluidos.

Además de dar una opinión positiva, el Comité solicita a Abbott que envíe una carta a los médicos e Europa reafirmando el uso apropiado del producto, siempre conforme a la ficha técnica aprobada.

En la actualidad, más de 8,5 millones de pacientes en más de 70 países han utilizado este producto para el tratamiento de su obesidad, de los que 50.000 son españoles.