La recomendación de la citada agencia no tiene poder vinculante, por lo que la asumirán sólo las empresas alimentarias que así lo deseen, según informó la BBC.

El presidente de la Agencia, Deirdre Hutton, explicó las ventajas de la etiqueta-semáforo argumentando que "todos llevamos vidas ajetreadas, de modo que tiene que ser posible elegir productos sanos de manera rápida y fácil".

La recomendación de este etiquetado se dirige a comidas preparadas, pizzas, cereales para el desayuno, sandwiches y a productos preparados a base de pescado, carne y pollo, entre otros.

Por el momento, importantes marcas internacionales de alimentación, como Danone, Kelloggs, Nestle y Pepsi utilizan un sistema diferente, que especifica en los empaquetados de los productos las cantidades de calorías, azucar, grasas y sal que contienen y lo máximo que se puede ingerir al día de estas sustancias.