Según portavoces de estas asociaciones consultados por Servimedia, hay que asegurarse sobre todo de que las empresas organizadoras tengan contratado un seguro colectivo de incendios y otro de responsabilidad civil que cubra los posibles daños a personas y bienes.

Además, hay que exigir a quienes vendan entradas para estas fiestas que garanticen un aforo limitado, un guardarropa controlado y la existencia de vigilancia privada cuando el número de asistentes a la fiestasea superior a cien.

La mayoría de las quejas que reciben las organizaciones de usuarios cada año después de Nochevieja se refieren en su gran mayoría a excesos de aforo e incumplimientos de las ofertas publicitarias.

Por eso, recuerdan que las discotecas y salas de fiestas deben disponer de un libro de reclamaciones, sellado en todas sus hojas por el Gobierno Civil o la alcaldía, y exponer una lista de precios a la vista del público.

Respecto al aforo, si éste supera las 300 personas, la fahada y la salida deben dar a la vía pública o a un espacio abierto de por lo menos 12 metros. Si supera las 1.500 personas, la fachada y dos salidas de emergencia deben dar a dos calles diferentes o a espacios abiertos con una anchura de entre 7 y 30 metros.