Representantes de las setenta familias afectadas se reunieron en la localidad orensana de Lobios para estudiar la situación y mostrar su malestar por no haber percibido una parte de las indemnizaciones.

Los afectados mostraron sus quejas por la lentitud de los trabajos que realiza una comisión de arbitraje presidida por el Valedor do Pobo de Galicia e integrada por representantes de los expropiados y de la empresa portuguesa Electricidadede Portugal.

La comisión tendría que haber concluido su trabajo en tres meses y ha pasado ya un año sin que se fijen los precios definitivos y sin que los vecinos, que tuvieron que abandonar sus propiedades, hayan percibido la totalidad de las indemnizaciones.

La comisión de arbitraje se constituyó ante la falta de acuerdo entre afectados por el embalse y la empresa explotadora, que concluyó una noche de enero del 92, cuando los vecinos de varias parroquias de Lobios tuvieron que abandonar, de nohe, sus viviendas, semiinundadas por la crecida de las aguas del embalse, cerrado antes de llegar a un acuerdo con los afectados.