Martínez Millán declaró a Servimedia que, aunque esta decisión ocasionará pérdidas indirectas a las agencias de viajes, será "una buena inversión si consigue que el resto de los vuelos funcionen con normalidad. Preferimos trabajar con un 93 por ciento de vuelos con orden, seriedad y umplimiento, que con un 100 por cien en el caos".

En este sentido, mostró su confianza en que esta medida, junto a otras como aumentar la plantilla de controladores aéreos y mejorar la organización, acabe con el caos actual y permita que "en un periodo breve estemos en una situación más razonable, con lo que daremos el precio por bien pagado. Lo que sería lamentable es que este sacrificio no sirviera para nada".

Agregó que Iberia cancelará un 7 por ciento de los vuelos diarios, pero aclaró que eso no supondrá la pérdida del siete por ciento de los pasajeros, puesto que la medida afectará a los vuelos con menos demanda. Por ello, recalcó que los agentes de viajes tendrán que encargarse de recolocar a esos viajeros en el resto de los vuelos de Iberia o en los de otras compañías, para que nadie "se quede en tierra".