AEROLITOS. EL METEOROLOGO QUE ASESORA AL CSIC CONSIDERA "IMPROBABLE" QUE UN FENOMENO ATMOSFERICO ORIGINE LOS BLOQUES

MADRID
SERVIMEDIA

Luis Muñiosguren, el experto que el Instituto Nacional de Meteorología ha aportado al grupo de investigadores creado por el Consejo Superior de Investigaciones Científcas (CSIC) para determinar el origen de los bloques de hielo que cayeron en la Península, manifestó hoy que es "improbable" que un fenómeno atmosférico o meteorológico forme estos bloques.

El meteorólogo declaró a Servimedia que "en estos momentos no hay nada que indique que se trata de un fenómeno meteorológico natural. No conocemos ningún mecanimso que lo fundamente científicamente".

Muniosguren, meteórologo especializado en el estudio de la alta atmósfera que colaboró con el Instituto Nacionalde Técnicas Aeroespaciales (INTA), recordó que en la estratosfera, donde los expertos del CSIC sostienen que se pueden formar estos bloques, apenas hay vapor de agua.

"La concentración de vapor de agua es del orden de 4 por 10 elevado a -6 gramos de agua por gramo de aire, una concentración bajísima, casi inexistente. Los aparatos normales de radiosondeo no detectan vapor de agua en la estratosfera", argumenta el meteorólogo.

Para completar este argumento añade que en la estratosfera sólo es posile encontrar dos tipos de masas nubosas: las conocidas como nubes luminosas nocturnas, que se forman a unos 80 kilómetros de altitud, y las nubes nacaradas, que sólo se encuentran a 25 kilómetros de distancia desde la superficie de la tierra.

"Las nubes luminosas", explica", "son tan tenues que sólo se ven por la noche y en latitudes muy altas, cerca del Círculo Polar, y muy excepcionalmente. Sólo si concinciden con temperaturas muy bajas, inferiores a 80 grados centígrados bajo cero, podrían dar luga a algún elemento cristalino muy pequeño. Respecto a las nubes nacaradas, también se dan en latitudes muy altas, aunque a menor altura, y no generan precipitación alguna".

En cualquier caso, Luis Muñiosguren sostiene que ninguno de estos dos fenómenos atmosféricos justifican ni dan lugar a la formación de bloques de hielo de cuatro kilos, como los que cayeron en algunas zonas de la Península.

Por este motivo, se empeña en reiterar que "es francamente improbable que estos bloques tengan un origen tmosférico", aunque no se mostró contrario al análisis pormenorizado del hielo y de las circunstancias particulares en las que aparecieron cada uno de estos bloques.

(SERVIMEDIA)
31 Ene 2000
GJA