Existen varias maneras de definir la sequía. Una de ellas es la meteorológica cuando se produce una falta continuada de precipitaciones y es la que da origen a otros tipos de sequía (hidrológica, agrícola y socioeconómica).

El año hidrológico tiene en cuenta las lluvias caídas entre el 1 de octubre de un año y el 30 de septiembre del siguiente, y no coincide con un año natural porque parte de las precipitaciones del otoño y del invierno pueden acumularse en forma de nieve y no fundirse hasta la siguiente primavera.

Esa caracterización de las precipitaciones se adapta mejor al ciclo del agua que el año natural porque la mayor parte de la lluvia y nieve que cae durante el año hidrológico tiene su escorrentía -es decir, transcurre por los ríos- entre el 1 de octubre de un año y el 30 de septiembre del siguiente.

Pues bien, los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) indican que entre el 1 de octubre de 2021 y el pasado viernes se acumularon 478,3 litros por metro cuadrado, lo que supone un 25% menos respecto a la media del periodo de referencia entre 1981 y 2010.

La serie histórica de la Aemet, recogida por Servimedia, indica que el año hidrológico completo más seco hasta el momento es el de 2004-2005, con 415,1 litros por metro cuadrado, seguido del de 2011-2012 (473,6) y el de 2021-2022 (478,3).

Sólo cuatro años hidrológicos acumularon menos de 500 litros por metro cuadrado, pues a los tres mencionados hay que añadir el de 1994-1995 (496,5).

POR ÉPOCAS

El otoño del año pasado fue una estación seca. El invierno resultó extremadamente seco (de hecho, fue el segundo con menos lluvias de toda la serie histórica). La primavera fue, en conjunto húmeda, sobre todo por las abundantes precipitaciones de marzo y de abril. En verano llovió menos de lo normal y en septiembre también, en este caso un 20% menos.

“El año hidrológico ha sido, en general, más seco de lo normal sobre todo en el oeste de la península”, según Rubén del Campo, portavoz de la Aemet.

Así, en Galicia, buena parte de Castilla y León, amplias zonas de Extremadura y también de Andalucía recibieron menos de un 75% de las precipitaciones habituales. Incluso llovió menos de la mitad de lo normal en la costa de Málaga, el sur de Granada y el oeste de Almería.

Tampoco alcanzaron el 75% de las precipitaciones habituales zonas del centro y del nordeste peninsular.

Por el contrario, llovió lo que de costumbre o un poco más en el Cantábrico oriental y áreas del tercio oriental peninsular. En puntos de Alicante, Murcia, el este de Almería y el sur de Valencia llovió incluso el doble de lo habitual.

“En general, las borrascas atlánticas fueron menos frecuentes que de costumbre. En cambio, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y el este de Almería han recibido más precipitación de lo normal”, concluyó Del Campo.

SEQUÍA HIDROLÓGICA

Esta situación de sequía meteorológica tiene vinculación con la hidrológica, puesto que España tiene los embalses más secos en España desde 1995, algo que viene repitiéndose semana tras semana desde que finalizó la pasada Semana Santa debido a la escasez de precipitaciones caídas en los últimos meses.

Los embalses españoles almacenan este martes 17.924 hectómetros cúbicos (hm3) de agua y se sitúan en un 31,9% de su capacidad total después de que la reserva haya disminuido en 345 hm3 de agua durante los últimos siete días, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Los datos del departamento dirigido por Teresa Ribera, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que la reserva hídrica actual es la más baja en la semana número 40 del año desde 1995, cuando era entonces de un 26,1%. La cantidad más alta desde 1990 se produjo en 2013, con el 66,6%.

Esta circunstancia se viene manteniendo desde la 16ª semana del año, es decir, desde después de la pasada Semana Santa, hace ya más de cinco meses. A partir entonces, la reserva de los embalses está siendo la más baja en 28 años.

Los niveles más altos de agua en la actualidad corresponden a las cuencas internas del País Vasco (71,4%); el Cantábrico Oriental (67,1%); Tinto, Odiel y Piedras (65,1%); el Cantábrico Occidental (56,3%); el Júcar (52,2%), y Galicia Costa (51,6%).