Los ecologistas consideran que estos documentos contienen "valiosa información" sobre el estado de los componentes de la central, que pemanece parada desde enero de 1994, al sufrir un proceso de agrietamiento múltiple.

Aedenat cree que estas anomalías deberían haberse manifestado en algunas de los inspecciones realizadas en 1992 y en 1993, cuyos resultados se consignan en las actas.

Según la asociación, el CSN tiene la obligación de facilitar esta información, ya que se trata de documentos administrativos. Además, se acoge a la directiva europea sobre libertad de acceso a la información ambiental.

A juicio de Aedenat, el Conejo de Seguridad de Nuclear ha cometido dos graves errores en relación a Zorita, uno al descartar inicialmente que esta central podía estar afectada por un problema de agrietamiento múltiple y otro al no detectar en las inspecciones realizadas en 1994 la fisura descubierta recientemente en la línea de venteo de la tapa de la vasija.

Para los ecologistas, si se realizara una revisión profunda sobre todos los componentes del circuito primario de Zorita, "se pondría de manifiesto que la solución más razoable es su cierre definitvo, en lugar de seguir gastando miles de millones de pesetas en reparaciones que no son sino parches que de ninguna manera garantizan la seguridad de las personas y el medio ambiente".