Según Aedenat, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) había descartado Zorita de entre las entrales susceptibles de presentar grietas en la tapa del reactor y, sin embargo, han aparecido tres grietas en las penetraciones de las barras de control.

A juicio de los ecologistas, las barreras de control son un elemento esencial para la seguridad de la central, puesto que permitirían, en última instancia y en caso de accidente, parar la reacción nuclear.

Según Aedenat, Zorita no se encontraba entre las centrales sospechosas de presentar este tipo de fallos.

Además, el tipo de grietas deectadas en Zorita son de una naturaleza totalmente distinta a las encontradas hasta ahora, de forma circular en torno a las penetraciones o radiales en la tapa, pero no en las propias penetraciones, como se han encontrado en este caso.

La central de Zorita, del tipo de agua presurizada, es la única de su especi que poseen un circuito primario de refrigeración con un sólo lazo. Si por alguna razón fallase alguno de los componentes del presionador en los años 1989 y 1993, en diciembre de 1992 se constat el fallo de las bombas del sistema de inyección de seguridad, que es la única salvaguardia, caso de que falle el único lazo de refigeración.

Zorita es la mása ntigua de las centrales españolas y empezó a funcionar en 1968. Sus medidas de seguridad están pensadas antes de que se produjeran accidentes graves, como el de Harrisburg o Chernobill. Junto al posible fallo de las barras de control, motivado por las fisuas, la clara insuficiencia del mecanismo de refrigeranción introduce un riesgo inadmisible

La central, denuncia Aedenat, presenta otros problemas como el excesivo consumo de agua, lo cual obliga a la construcción de una torre de refrigeración con un coste de unos 1.000 millones de pesetas.

Además, está llena de achaques, como el poro que se detecto en la tapa de la vasija, que obligó a cambiar las juntas de ésta en 1993, o la fuga que se produjo en el generador de vapor que no se pudo reparar, sino que se han instalado nuevos filtros en la chimenea de la central, para reducir la radiatividad hasta niveles admisibles.

En suma, Aedenat piensa que hay numerosas razones que aconsejan el cierre de Zorita y la no continuidad de esta central durante 14 años más. El sistema eléctrico español puede prescindir de los 150 megavatios de potencia de Zorita, que suministra sólo el 0,8 por ciento de la electricidad consumida en España.