AEDENAT ENVIA A LEGUINA UN PLAN PARA LUCHAR CONTRA LOS INCENDIOS FORESTALES EN MADRID

-Prohibición del pastoreo en las zonas quemadas durante un plazo no inferior a 15 años. Los fuegos intencionados para la obtención de pastos son especialmente importantes en la sierra de Guadarrama y en sus estribaciones.

-Prohibición,durante un periodo de 50 años, de recalificación a suelo urbanizable de un suelo calificado como no urbanizable que se haya quemado. Esta medida afectaría también a una banda de 500 metros de anchura en torno a las áreas afectadas, con lo que se evitarían los incendios intencionados por intereses urbanísticos.

-Nacionalización de la madera quemada y su empleo exclusivo en empresas públicas.

MADRID
SERVIMEDIA

La Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) ha enviado al presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, una propuesta que incluye varias medidas para combatir con mayor eficacia los incendios forestales que afectan a la región madrileña.

Entre estas medidas destacan la total prohibición de encender uegos en el campo y de quemar rastrojos, dos de las prácticas que mayor número de siniestros causan. También piden una campaña de concienciación ciudadana y que se prohíba el pastoreo y la urbanización en suelos arrasados por el fuego.

A juicio de Aedenat, aunque todos los años las administraciones públicas realizan un "importante esfuerzo", tanto material como humano, para combatir los incendios forestales, "apenas se adoptan medidas para evitar que los incendios se inicien".

Los ecologistas conideran que la mayoría de estos siniestros son evitables, al ser ocasionados por la acción humana. En su opinión, el desarrollo de una campaña de concienciación ciudadana sería una de las medidas más importantes, pues los incendios ocasionados por descuidos -en especial colillas encendidas arrojadas desde automóviles- son muy frecuentes en Madrid.

Otra de las más importantes causas de fuegos incontrolados es la quema de rastrojos de cereal, práctica muy extendida entre los agricultores de la mitad SurEste de la región.

Según Aedenat, estas quemas, cuya finalidad es facilitar las labores mecánicas de preparación de la tierra para la siguiente cosecha, traen consigo un empobrecimiento del suelo y la destrucción de especies animales, además de los incendios. Por ello, la asociación considera que el Gobierno madrileño debería prohibir por completo la quema de rastrojos.

Por otro lado, aunque ya está prohibido encender fuegos en el campo, los conservacionistas creen que las autoridades deben empearse en hacer cumplir esta norma, aumentando la vigilancia e incrementando y haciendo efectivas las sanciones.

INCENDIOS INTENCIONADOS

Por lo que se refiere a los incendios intencionados, Aedenat propone, entre otras, las siguientes medidas para combatirlos:

-Prohibición del pastoreo en las zonas quemadas durante un plazo no inferior a 15 años. Los fuegos intencionados para la obtención de pastos son especialmente importantes en la sierra de Guadarrama y en sus estribaciones.

-Prohibición,durante un periodo de 50 años, de recalificación a suelo urbanizable de un suelo calificado como no urbanizable que se haya quemado. Esta medida afectaría también a una banda de 500 metros de anchura en torno a las áreas afectadas, con lo que se evitarían los incendios intencionados por intereses urbanísticos.

-Nacionalización de la madera quemada y su empleo exclusivo en empresas públicas.

Según datos facilitados a Servimedia por la Agencia de Medio Ambiente (AMA) de la Comunidad de Madrid, la sperficie arbolada arrasada por el fuego en la región este año, hasta finales de agosto, superaba en siete veces la quemada durante toda la temporada de 1990.

En total, desde mayo, fecha de inicio de la campaña de prevención de incendios forestales de Madrid, hasta finales de agosto, el número de hectáreas de montes arbolados quemadas ascendía a 1.392, mientras que durante toda la temporada pasada, de mayo a noviembre, ardieron tan solo 180 hectáreas.

Además, hasta agosto los incendios destruyeronen Madrid 4.436 hectáreas de superficie agrícola, como cultivos o rastrojeras, y 1.143 de superficie no arbolada. En 1990, la extensión desarbolada arrasada fue de 1.413 hectáreas.

La mayoría de los bosques quemados pertenecen a particulares, aunque también se han visto afectadas, en menor cantidad, superficies forestales de utilidad pública, propiedad de ayuntamientos, del Estado o de la CAM.

Entre las causas de este aumento de los incendios, las fuentes de la AMA consultadas por Servimedia destcaron las malas condiciones climatológicas de este año, muy propicias para este tipo de catástrofes, ya que desde mayo la lluvia ha sido muy escasa y las temperaturas bastante altas.

Para combatir esta plaga, la AMA contrató esta temporada a unas 600 personas, entre capataces, conductores, peones y vigilantes, quienes, tras recibir un cursillo de preparación, se incorporaron, junto al centenar de técnicos y guardas de la agencia, a las tareas de extinción de incendios.

(SERVIMEDIA)
18 Sep 1991
CAA