AEDENAT DENUNCIA LA EXISTENCIA DE 20 GRIETAS EN LA CENTRAL NUCLEAR DE ZORITA

MADRID
SERVIMEDIA

La Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) denunció hoy la existncia de unas veinte grietas en las penetraciones de la tapa de la vasija de la central nuclear de Zorita (Guadalajara), por lo que pide su cierre, dado el riesgo que supone para la seguridad del reactor.

Según explicó a Servimedia Ladislao Martínez, portavoz de la organización, los responsables de la central, que hasta ahora dicen haber detectado sólo tres grietas, harán público la semana próxima un informe en el que se demostrará que las informaciones de los ecologistas son ciertas. Además, están conencidos que Zorita no podrá iniciar su funcionamiento el día 9 de marzo, como estaba previsto.

Aedenat informó que en la búsqueda de defectos en los elementos de las centrales nucleares se usan dos técnicas, la de corrientes inducidas y la de ultrasonidos. La primera para ver si existen fisuras superficiales o subsuperficiales, mientras la segunda permite comprobar la profundidad de éstas. Una parte de la vasija de la cental ha sido ya examinada con estas dos técnicas.

La existencia de grietas afcta directamente a la utilización de las barras de control, elemento fundamental en la seguridad de la central, ya que se encarga de controlar la velocidad de la reacción nuclear y parar el reactor si es necesario.

Las fisuras impedirían la actuación de las barras de control, ya que podrían ser expulsadas, lo que ocasionaría un escape del refrigerante con el agravamiento de que la reacción nuclear no se podría detener. "Se produciría entonces una escalada local de la potencia en esa zona, junto con un despresurización global del núcleo de reactor", afirman.

Por otro lado, los ecologistas indicaron que los criterios aplicados por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en las centrales de Almaraz I y II, Vandellós II y Ascó I y II, en las que existen problemas similares, para mantenerlas en funcionamiento no son aplicables a la de Zorita, puesto que es la más antigua de España, de 1968, y cuenta con medidas de seguridad muy deficientes.

Si el CSN fuerza a la central a cambiar la tapa de la vasij antes de poner nuevamente en funcionamiento la planta, esta debería permanecer parada más de un año, que es el tiempo necesario para la fabricación de este componente.

EL CSN atraviesa, además, por una situación delicada, puesto que tres de sus cinco consejeros han finalizado su mandato y, por tanto, no son válidas sus decisiones, por lo que podría influir en que no se adopte la decisión más drástica, el cierre definitivo de la central, añadieron.

(SERVIMEDIA)
26 Feb 1994
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